jueves, 29 de enero de 2009

Mi casa es Alparamis

Esta es la primera Navidad como matrimonio, la primera navidad en nuestra casa…bueno, casi.
Tres semanas antes de la fecha designada para armar el arbolito empezamos una larga negociación con Nacho para establecer si verdaderamente debíamos esperar al 8 de diciembre o si podíamos, por ser la primera vez y no saber si los objetos decorativos eran los adecuados, hacer una prueba piloto y dejarlo armado antes de tiempo.
Desde ya aclaro que mi postura era esperar al 8 de diciembre, pero sucumbí ante la ansiedad de mi marido y durante tres semanas el arbolito fue casi una prioridad en nuestro pensamiento.
Las borlas estrellas claramente iban a ser las cabecitas de Mickey que compramos en nuestra luna de miel (Sí, fuimos a Disney. Y sí, ya en ese entonces programábamos nuestro arbolito!).

El problema principal era encontrar un árbol lo suficientemente lindo como para que la navidad fuera mágica, que el precio fuera acorde a lo que estábamos dispuestos a pagar, que el tamaño se ajuste a los pocos metros que tiene el departamento; y que, cumpliendo con todas las exigencias anteriores, tenga las suficientes ramas como para que no se vea pelado.
Claramente estábamos depositando mucha expectativa en nuestro árbol, que terminamos por encontrarlo en una cadena de supermercados…mmhh…no muy mágico por cierto.
No me animaría a decir que la negociación fue un win-win ya que cada vez que me distraía Nacho estaba colocando las luces o cambiando de lugar las borlitas. Todo lo hacía con el mínimo ruido posible para que no me diera cuenta que efectivamente se estaba adelantado a la fecha indicada.

El último toque sí se hizo el 8 de diciembre ya que colocamos la estrella en la punta del arbolito y voilá, nuestro primer arbolito estaba terminado y brillando a la espera de Papá Noel.
Hasta acá, nuestra casa era un hogar común y corriente a la espera de la Navidad; hoy, es Alparamis.
¿En qué momento ocurrió esto? Creo que fue cuando cada bolsa de mandado que ingresaba por la puerta iba a parar al arbolito…no, ya sé…fue cuando Nacho pensó que el arbolito no podía hacer luces si no se escuchaba una música funcional navideña que nos situara en el contexto adecuado.
Al margen de las idas y venidas de esta navidad nuestra casa luce perfecta como Alparamis. Dudo que luego de reyes queramos desarmar el arbolito…

3 comentarios:

  1. Vic y Nu, que lindo Blog !!!! Respecto al arbolito, Nacho imponete, andá por más, crea tu propio rincon navideño, pone lucecitas en el balcón en la baranda de la escalera. Aunque Vicky te tilde de Bizarro, puedo llegar a prestarte mi pescado que canta !!!
    El arbolito está genial, y esas luces !!!!

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  2. Mami, conste que no conozco tu arbolito...al cual lo respetaría...Nacho puede estar tranquilo !!!! siempre y cuando no tengan ositos papa noel para asesinar....son mi debilidad

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  3. Lindos!!!! tarde pero seguro me hice seguidora del blog! Primero, es una idea GE-NIAL porque cuando pase el tiempo van a volver acá y van a recordar vívidamente los pequeños porblemas de los recién casados! De más está decir que las entradas son geniales, pero no me sorprende habiendo sido redactadas por mi amiga.
    Por último y por más que sea tarde, siempre vale para el año que viene, Nachito, imponete!! Navidad es TODO y merece canciones, luces, decoración, papá noel, y todo el escándalo posible ya que es una fecha divina que dura demasiado poco!!!
    Bueno los adoro, espero un nuevo entry!!!
    BesoS!
    Miss D.

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